El nitrógeno es un nutriente esencial necesario para que todas las plantas crezcan. Aunque éste existe en abundancia en la atmósfera terrestre, relativamente pocas plantas son capaces de convertir el nitrógeno atmosférico en una forma que sea capaz de usarse. Normalmente, los abonos comerciales contienen nitrógeno como suplemento para la tierra agotada.

Grupo SACSA, mediante este artículo le dará a conocer qué es el abono de nitrógeno, cuál es su proceso de producción, los usos típicos que éste tiene, así como las ventajas y desventajas del mismo.

Abono de nitrógeno: ¿qué es?

El abono de nitrógeno es un abono «inorgánico» que consiste en compuestos nitrosos como el nitrato de amonio. Está disponible en formas diferentes: líquido, que se debe inyectar en el suelo, o en píldoras secas, que se pueden aplicar a la superficie de la tierra a mano o a máquina. En algunos casos, los subproductos industriales como el amoniaco puro se pueden usar como abono de nitrógeno, pero se deben evitar ya que son tóxicos y presentan problemas para la salud en términos de manejo y de exposición.

Proceso de producción

El abono de nitrógeno se produce utilizando el proceso Haber, una reacción química que la desarrolló por primera vez el químico alemán Fritz Haber en 1909. El hidrógeno y el nitrógeno gaseoso reaccionan para crear amoniaco, que es esencial para la producción de abonos. El amoniaco luego se procesa para producir compuestos nitrosos que las plantas son capaces de absorber. Alrededor de 100 millones de toneladas de abonos de nitrógeno se producen utilizando este proceso cada año.

Usos típicos

Los abonos se utilizan para mantener el nivel correcto de nitrógeno en la tierra, lo que garantiza unas plantas fuertes y verdes con una tasa de crecimiento sano. Los abonos de nitrógeno se pueden usar en un amplio rango de flora, desde el jardín de la casa a los cultivos comerciales. Actualmente se utilizan en un tercio de la producción de cultivo del total mundial, incluyendo en especies como el maíz, la cebada y la soya.

Ventajas

Donde la tierra ha sido mermada de sus almacenes de nitrógeno naturales, los abonos son capaces de recuperar la deficiencia. Esto es especialmente importante donde las cosechas se plantan en la misma tierra cada temporada y los nutrientes adicionales son necesarios para cada nueva cosecha. El uso de abonos de nitrógeno ayuda a mantener los niveles de nutrientes en un nivel óptimo, protegen contra enfermedades y controlan las hierbas, de lo que resulta cosechas más sanas y de calidad y cantidad consistentes.

Desventajas

Desafortunadamente los beneficios del abono de nitrógeno se contrastan con los efectos medioambientales perjudiciales asociados con su uso. El exceso de nitrógeno que no absorben las plantas se ha demostrado que se introduce en las aguas subterráneas, ríos cercanos y por último en el océano. Los niveles altos de nitrógeno en el agua pueden crear florecimientos de algas, que implica grandes crecimientos de algas que desequilibran el delicado ecosistema al detrimento de las otras especies acuáticas. Además, los abonos inorgánicos se hacen utilizando grandes cantidades de recursos finitos como el gas natural o el carbón.

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